El estudiante se enojó con la decisión de su maestro sin saber que ese momento incomodo se iba a convertir en una fortuna de sobre 1 billón de dólares!

Para esta misma fecha en el año 2006, en un cafecito llamado Café Dosh, en Silicon Valley-Palo Alto, Mark Zuckerberg el dueño de Facebook entró a pedir un café que le tocó servir  a un muchacho llamado Kevin, que había sido entrevistado por Mark Zuckerberg apenas un año atrás. 

Kevin declinó la oferta de trabajar con Facebook porque quería terminar sus estudios en Stanford, así que tomó una decisión de que quería terminar de estudiar, no iba a trabajar con esta plataforma que se llama Facebook; voy a enfocarme en terminar mi universidad. Facebook había hecho una oferta pública de que si él hubiese aceptado el trabajo; en vez de estar sirviendo café estaría con alrededor de 15 o 20 millones de dólares, porque el paquete que le habían ofrecido un año atrás incluía acciones de la compañía. Eso no desmotivo ni frustró a Kevin, había tomado la decisión de forma muy madura de terminar sus estudios.

Al año siguiente Kevin tomó una decisión de irse a Italia a aprender el lenguaje y aprovechó un intercambio estudiantil, y se fue a estudiar en Italia por un semestre y aprovechó para estudiar fotografía. El ahorró dinero y se compró una súper cámara y cuando llegó a la clase el maestro llamado Carlos que le apodaban Charlie le dijo: No puedes usar esa cámara, que es maravillosa pero aquí queremos enseñarte a apreciar la imperfección. Kevin era maniático de la perfección y con que todo tuviera estructura y que todo fuera bien organizado estructurado, y coordinado; y le generó muchísimo estrés el que ese maestro le indicará que no podía utilizar su cámara fotográfica para la cual él había ahorrado mucho dinero.

El maestro le dijo tienes que usar una cámara llamada Holga, es una cámara de $39 dólares, parece una cámara de juguete el lente es de plástico, la luz entra de una manera que genera mucho cambio en la imagen y termina tirando unas fotos que son muy cuestionables. Pero el maestro le dijo con esta cámara tú vas a aprender a amar la imperfección y vas a buscarle los ángulos mejores a cada cosa que si tuviera tu súper cámara que cada foto te ayuda a que quede perfectamente bien.

A Kevin no le quedó otra que utilizar Holga, que tiraba fotos que eran como cuadritos y Kevin decidió hacer una limonada con ese limón que la vida le tiró. Abrazó el cambio incómodo que en ese momento significaba para él no tener unas fotos perfectas y tomó la determinación de que no importa la cámara que yo use yo voy a ser el máximo con lo que tengo a la mano, posteriormente aprendió cómo revelar las fotos, mejorar los colores.

Tres años después trabajando en una aplicación, ya había salido de Stanford ahora estaba trabajando de empleado con Google y tomó la decisión durante la noche de desarrollar una aplicación para convertir sus noches en una experiencia empresarial. Durante el día trabajaba para Google, durante la noche trabajaba para sus sueños y para la creación de otra aplicación. 

En un viaje a baja california cruzaron hacia México; y su novia Nicole que actualmente es su esposa le dijo: Esa aplicación que están desarrollando que es para compartir fotos, yo jamás la voy a usar porque las fotos quedan feas y yo no voy a subir fotos en las cuales yo no me vea en mi mejor estado;  cómo es que tu amigo Greg, que era en uno de los socios de Kevin en ese momento, como que Greg sube fotos que queden tan bonitas; le dijo: lo que pasa que Greg le pone filtros, y ella lo mira así como si él le pone filtros porque tú no le pones filtro a esa aplicación.

Ese fue uno de los momentos que cambió el futuro de Kevin, cuando el maestro Charlie le dijo no puedes usar una cámara buena y lo forzó a sacar lo mejor de una cámara con imperfección y el momento en que Nicole en Baja California en México le dice tienes que ponerle filtro no se ve bonita; ese fue el momento en que Instagram empezó a colocar filtros. 

Esta es la historia de Kevin Systrom fundador de Instagram quien un año después de ponerle filtro, le vendió su compañía a quien mismo le sirvió el café tres años antes Mark Zuckerberg; por mil millones de dólares. Si él hubiese aceptado la oferta de trabajar con Facebook hubiese ganado 10 ó 15 millones de dólares, pero al no aprovecharla y tomar la decisión de perseguir algo que era terminar su universidad, completar esa parte y después pasar la incomodidad de recibir de un maestro la sugerencia de utilizar una cámara llena de imperfecciones, él cambió su vida.

Así que la recomendación es abrazar lo que te genera incertidumbre hay momentos como ahora que la pandemia ha puesto a todo el mundo a estudiar desde su casa, en que lo normal ya no es normal y realmente es súper complicado para muchas personas. Pero si abrazas ese momento de incertidumbre, ese momento de no sé qué es lo que va a suceder, y los limones que la vida te traiga los conviertes en limonada puede que también en algún momento de tu vida de un un vuelco como decía Steve Jobs y los puntos conecten a través de esos momentos de conflicto y de dolor.